Mi nombre es Padre Andrew Bernard. Actualmente soy párroco de dos parroquias, a saber: San Patricio y San Pedro y San Pablo, y Asesor Espiritual del Grupo Norteamérica-Caribe (NACG).
Viví mi Cursillo en Kingston, Jamaica, en 1997. Desde entonces, guiado por el Espíritu Santo, me esforcé por vivir el 4º día promoviendo la verdadera amistad. El Carisma del Movimiento ha sido mi fuerza motriz, cuidando y velando los unos por los otros.
Como Asesor Espiritual, mi papel es estar disponible para los cursillistas escuchándolos y caminando con ellos, y manteniendo todo lo que hacemos centrado en Jesucristo y Su Evangelio.
Es a través de la escucha respetuosa y la reflexión orante, entre laicos y clérigos, que el NACG preparó en colaboración la reflexión que sigue, titulada, «SINODALIDAD EN EL NACG. »
Que el movimiento crezca de fuerza a fuerza.
De Colores
P. Andrew Barnard
Asesor Espiritual del NACG
La Sinodalidad en el NACG
El Movimiento de Cursillos de Cristiandad, dentro del Grupo Norteamericano y del Caribe (NACG), reconocen y apoyan a nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, y su llamado a una Iglesia Católica Sinodal. Él ha expuesto su visión de la Sinodalidad, que llama al Pueblo de Dios a caminar juntos con escucha respetuosa. Desde antes del Vaticano II, esta era y es hoy, la mentalidad y el método del Movimiento de Cursillos que fluye de nuestro Carisma. El Movimiento de Cursillos nos llama a caminar juntos, como peregrinos, hacia el Padre, llevando con nosotros a nuestros hermanos y hermanas. Vivimos nuestras vidas en amistad, en un espíritu de amor en el que escuchamos a los demás y valoramos a la persona con su – individualidad, creatividad y singularidad. ¡Esto es Sinodalidad!
El Santo Padre compara la Sinodalidad con los Hechos de los Apóstoles, afirmando que es el primer y más importante “manual” de la eclesiología (Discurso, 18 de septiembre de 2021). Desde sus comienzos, el Movimiento de Cursillos ha reflexionado sobre la vida cristiana en la Iglesia primitiva y los Hechos de los Apóstoles — la propagación del cristianismo a través de una vida cristiana de profunda convicción, decisión y constancia en la fe. Nosotros, como cursillistas, somos la experiencia de aquellos primeros cristianos para el mundo de hoy llamados como misioneros a vivir nuestra fe en la diversidad y a la vez en unidad como lo hizo la Iglesia primitiva. ¡Esto es Sinodalidad!
Los tres días del Cursillo son una experiencia de ese cristianismo primitivo, donde los Dirigentes reflejan esta convicción en su testimonio de amistad, una caridad en la escucha, y una fe viva a través de “rollos” (presentaciones) precisos y secuenciales. Con la Gracia de Dios, estos tres encuentros —Nosotros mismos, Cristo y los Demás— llevan a los cursillistas a experimentar el amor de Dios tanto personalmente como en el mundo donde la sociedad de hoy, como la de hace siglos, diría: “¡Mirad cómo se aman!” ¡Esto es Sinodalidad!
Nuestro Carisma dado por el Espíritu Santo se centra principalmente, pero no exclusivamente, en los “alejados” de Dios, los que han perdido la fe o nunca han escuchado que Dios les ama. Estos alejados son encontrados diariamente por los Cursillistas, laicos, en el lugar de sus vidas cotidianas de trabajo y juego, o con aquellos que son nuestros vecinos en los ambientes donde residimos. El Movimiento de Cursillos define a los alejados como aquellos que no están completamente formados en su fe, desinformados o mal informados. El rollo, Estudio del Ambiente, es el proyecto en el que se basa el Movimiento de Cursillos. Ofrece un plan de acción para que los evangelizados se conviertan en
evangelizadores. ¡Esto es Sinodalidad!
La sinodalidad es un proceso de escucha para tomar decisiones pastorales, escuchando al Espíritu Santo que nos habla a cada uno, mediante el discernimiento orante y el diálogo. La escucha es parte integrante del método del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, un movimiento de la Iglesia católica con un Carisma específico que, cuando se vive como es debido, ayuda a la persona a descubrir que Dios le ama. Esto lleva al comienzo de una conversión que continúa a lo largo del 4º Día, es decir, el resto de su vida.
Oramos para que este proceso de Sinodalidad presentado por el Papa Francisco anime a los Cursillistas a responder a la llamada de Dios en todas nuestras vidas: hacer discípulos de todas las naciones. Con 28 capítulos en los Hechos de los Apóstoles, permítenos, a través de la intercesión de nuestro patrón San Pablo, el gran participante en esos Hechos, convertirnos en las personas que estamos llamados a ser: ¡viviendo el capítulo 29 juntos en Sinodalidad!
¡Cristo cuenta con nosotros¡