Mi nombre es Bruno Ojangole de la Parroquia Católica de San Austin Mbale en la Archidiócesis de Tororo en Uganda, África del Este.
En agosto de 2013 D. Francis Napoli visitó Uganda, durante el viaje tuvo la oportunidad de reunirse con Monseñor Denis Kiwanuka Lote, arzobispo de la archidiócesis de Tororo. Tras la reunión, este dio el permiso para la llegada del Movimiento de Cursillos en su archidiócesis. Un equipo de nueve dirigentes vino de Gibraltar, Irlanda y Sudáfrica. Yo tuve el privilegio de estar entre los dieciocho candidatos de diferentes parroquias que fueron invitados a vivir el primer fin de semana de Cursillos en nuestra Archidiócesis del 13 al 16 de marzo de 2014 en la Casa de las Hermanas Benedictinas. Me sentí muy humilde porque fue el mismo Arzobispo quien me llamó a participar en ese Cursillo y me pregunté; ¿quién soy yo para ser invitado por el Arzobispo?
Los tres días fueron una experiencia maravillosa para mí, fue como si Dios hablara a mi vida de una manera muy especial. Fue un viaje espiritual que siempre recordaré porque supuso un giro para mí, fue un encuentro especial que tuve con el Señor y desde entonces mi vida nunca ha vuelto a ser la misma. Me sentí abrumado por el amor que el equipo nos demostró, los Rollos fueron dados, acompañados de testimonios personales que me conmovieron aún más. Cuando fuimos a la capilla, sentí que se me caían las lágrimas de los ojos abrumado por el amor de Dios que yo sentía. Tomé la decisión de recomenzar una nueva vida con el Señor y volví a comprometer mi vida con Él como nunca antes.
En una clausura de un fin de semana de Cursillos, se celebraron elecciones para elegir el comité del Movimiento de Cursillos y fui elegido Presidente de MCC en Uganda.
A propuesta del Arzobispo, la ceremonia de clausura se celebró esta vez en su capilla privada, que estaba llena hasta los topes de feligreses e incluso del coro. Fue presidida por el Arzobispo Denis Kiwanuka Lote (ahora Arzobispo Emérito) y por el Arzobispo Emmanuel Obbo. Ambos quedaron muy impresionados y contentos con los testimonios compartidos por los candidatos y más tarde posaron para las fotos con todos nosotros y los fieles laicos.
Después del fin de semana de Cursillo formamos reuniones de grupos que se reúnen en familias semanalmente para rezar, compartir y estudiar y hemos continuado de la misma manera y el grupo más grande se reúne una vez cada dos semanas en la iglesia para rezar, compartir y estudiar. Algunas de las actividades incluyen visitar a los enfermos tanto en los hospitales como en sus casas.
Con el celo y el fuego dentro de mi corazón, he continuado sirviendo en el Movimiento de Cursillos de Cristiandad como Presidente difundiendo el Evangelio y dando a conocer a Cristo en muchos rincones de la Archidiócesis de Tororo y más allá. Sigo involucrado en el Movimiento de Cursillos de Cristiandad, porque fue a través del primer fin de semana de Cursillo que viví, donde Dios tocó mi corazón y siento que Él me ha llamado a servir aquí. Ahora he dedicado mi vida a dar a conocer a Jesús a través de los Cursillos.
Atentamente,
Bruno Ojangole
Presidente del Movimiento de Cursillos de Uganda,
África del Este.
¡¡¡De Colores!!!