Plano de Governo do OMCC 2023-2027
ACTUACIONES PRIORITARIAS del OMCC 23-27
En cuanto a las propuestas de actuación, estas tendrán que establecerse y concretarse en comunicación, coordinación y reflexión conjunta con los Grupos Internacionales y los Secretariados Nacionales. Es el propio Estatuto del OMCC el que lo indica así: “Tanto por su finalidad como por su composición, el OMCC trabajará en estrecho contacto con los Grupos lnternacionales, escuchando a través de ellos el sentir del MCC a nivel mundial, atendiendo a sus necesidades y señalando el camino a seguir” (Art. 5, Estatuto OMCC). En base a ese contacto y a esa escucha habrá que ir constatando el sentir global del MCC, y habrá que ir señalando necesidades, prioridades y posibilidades de actuación.
Aún así, hay algunas actuaciones prioritarias que deben contemplarse, en parte porque están precisamente al servicio de esa colaboración internacional y en parte porque se alinean de forma directa con los objetivos y servicios que el propio Estatuto señala para el OMCC. Entre ellas:
- Establecer una RED de COMUNICACIÓN adecuada y eficaz, al servicio de la comunión en el MCC en todo el mundo.
- Empleando fundamentalmente recursos virtuales y nuevas tecnologías,
- Planteando cuando sea posible encuentros personales, a distintos niveles.
- Propiciando en primer lugar el conocimiento mutuo de unos y otros, en todo el mundo.
- Proponiendo cauces de oración compartida por las actividades de cada uno.
- Abriendo posibilidades de colaboración en proyectos concretos.
- Proponer un PROYECTO de REFLEXIÓN y DISCERNIMIENTO CONJUNTO sobre la realidad del MCC y los retos que tiene que afrontar en el S. XXI1.
- Aprovechando la RED de COMUNICACIÓN MCC, plantear una línea de trabajo participativa y abierta a todos los Secretariados Nacionales a través de los Grupos Internacionales.
- Estableciendo en primer lugar un listado de temas prioritarios y cuestiones de interés común, conforme al discernimiento compartido global.
- Ofreciendo pautas de trabajo y materiales de reflexión; canalizando aportaciones y facilitando la elaboración de conclusiones.
- Desarrollar una línea de actuación específica sobre los JÓVENES en el MCC, que tenga como objetivo final su incorporación real en la vida y en la actuación del Movimiento
- Planteando una reflexión global, en todos los Secretariados Nacionales, sobre dificultades y posibilidades en la incorporación e integración de los jóvenes en los distintos espacios del MCC
- Recabando de los Secretariados Nacionales experiencias e iniciativas en ese sentido.
- Creando espacios específicos en los que los jóvenes ya implicados en el MCC se comuniquen, reflexionen y expresen sus propuestas y orientaciones.
- Propiciando, en coordinación con los Grupos Internacionales, la posible organización de encuentros sectoriales de jóvenes (virtuales o, si procede, presenciales).
- Impulsar, promover y apoyar la EXPANSIÓN del MCC por nuevos territorios, con especial atención al desarrollo del MCC en África y en países del este de Europa.
- Dando continuidad a los proyectos ya iniciados en determinados territorios (África, Europa) y estudiando posibilidades de expansión en otras zonas del mundo.
- Articulando un espacio de recursos comunes, humanos y materiales, para la colaboración abierta y la participación corresponsables de todos.
- Potenciar las CONEXIONES ECLESIALES, especialmente a través el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, aprovechando las ocasiones disponibles para conectar, reflexionar conjuntamente y compartir en lo posible con otros movimientos de evangelización.
- Desarrollar un PLAN DE FINANCIACIÓN SOSTENIBLE para el OMCC, juntamente con los Grupos Internacionales, considerando posibilidades de obtención y optimización de recursos.
- Mediante el establecimiento de cuotas, por Grupos Internacionales y Secretariados Nacionales.
- Proponiendo campañas específicas y extraordinarias de recogida de fondos a nivel mundial.
- Buscando recursos, contribuciones y donaciones particulares.
- Elaborando materiales propios (“merchandising OMCC”) para su comercialización a través de Grupos Internacionales y Secretariados Nacionales.
LÍNEAS BÁSICAS del OMCC 23-27
El OMCC es un organismo de servicio al MCC mundial. Su objetivo fundamental, su razón de ser es el servir a la unidad, servir a la identidad, servir a la misión y a la vida el Movimiento en todo el mundo.
Para concretar y desarrollar ese servicio se hace preciso, en primer lugar, determinar unas líneas básicas que lo enmarquen, lo enfoquen y lo impulsen. Y además, subrayar las actitudes y el talante esencial con el que se quiere abordar la tarea. Esto no significa predeterminar un programa de actuación cerrado y rígido, ni pretender marcar una pauta directiva para el MCC. El OMCC es una estructura básicamente subsidiaria, que debe tener como prioridad el impulsar adecuadamente la vida del Movimiento, en todo el mundo, en sus distintas realidades. Las actuaciones, las actividades y las propuestas del OMCC siempre vendrán determinadas por la realidad del Movimiento1, por las necesidades, inquietudes y requerimientos de sus actores principales, que son los Secretariados Nacionales y diocesanos. Y por tanto, el servicio del OMCC tiene que basarse en el conocimiento y en el diálogo, en la reflexión y el discernimiento, en la cercanía y la disponibilidad, en la escucha y atención a las voces múltiples y diversas del MCC en todo el mundo.
Aún así, el determinar unas líneas básicas y unas actitudes de partida resulta ciertamente necesario. Porque hay diferentes marcos de interpretación y de comprensión de nuestro Movimiento y por tanto, diferentes formas de situarse ante el servicio que el MCC requiere hoy. La trayectoria individual de cada dirigente, y la trayectoria global de cada Secretariado está en gran medida configurada por ese marco de interpretación del MCC, por una determinada comprensión del origen y la naturaleza del Movimiento, de su devenir en el tiempo y de su posicionamiento ante la realidad. De ahí que sea importante establecer con claridad los principios básicos y el marco conceptual sobre el que se presenta la candidatura, que debiera ser a su vez un reflejo coherente y un signo distintivo de la trayectoria de los componentes de la misma.
De esta forma, se destacan tres líneas básicas o tres principios fundamentales para el servicio a prestar desde el OMCC:
- La IDENTIDAD y UNIDAD del Movimiento, tomando como marco de referencia prioritario el mismo Estatuto del OMCC, el decreto de reconocimiento canónico del MCC y el libro de IDEAS FUNDAMENTALES en su 3ª Edición (IFMCC 3).
- El MCC es una realidad amplia y diversa, adaptada a muy distintos entornos culturales, con diferentes trayectorias, con diversas particularidades y “tradiciones”, con distintos matices y acentos en su forma de actuación… y esa diversidad es una riqueza, reflejo también de la diversidad de la Iglesia y de las distintas realidades humanas. Es lo que permite que la actividad del MCC responda realmente a las personas concretas, con sus condicionantes propios.
- Esa diversidad se conjunta en la necesaria unidad, en torno a una identidad común y compartida por todos, identidad derivada del carisma, de la mentalidad, finalidad, estrategia y método del MCC. La unidad se configura sobre lo realmente esencial del Movimiento.
- La unidad en la diversidad es ciertamente un reto. Que supone, en primer lugar, aceptar la diversidad… ¡No somos un movimiento sólo de blancos y negros! ¡Somos un movimiento de colores, de muchos colores diferentes! Pero de la misma forma, supone asumir la unidad, el hecho de que sólo unidos somos. Y la unidad tiene que hacerse en la verdad y en la identidad esencial y común del MCC, discernida y aceptada por todos.
- La identidad tiene que explicitarse de alguna forma, aunque sea de forma parcial y limitada. Para que pueda ser comprendida y compartida2. Y la mejor expresión de la identidad del MCC se tiene en esa triada de documentos esenciales: el decreto de reconocimiento canónico del MCC, el Estatuto del OMCC y el libro de IF3Ed.
- En estos documentos se conjuga el imprescindible discernimiento que la jerarquía de la Iglesia ha hecho de nuestro carisma3 y la propia autocomprensión del carisma que el Movimiento, en un Encuentro Mundial, ha acordado de forma mayoritaria (Encuentro Mundial de Brisbane, Australia, 2013, en el que se aprobó el texto de Ideas Fundamentales 3 Edición). No cabe, por tanto, otra interpretación de nuestro Movimiento, ni se hace necesario volver a mirar atrás. Disponemos ya de nuestro marco básico, a partir del cual el Movimiento tiene que seguir moviéndose.
- Ciertamente, es preciso seguir reflexionando, discerniendo y clarificando, a partir de ahí, lo esencial del MCC. Y es una tarea a realizar por todos, ayudándonos mutuamente para entender mejor nuestro carisma, para ser fieles a lo realmente esencial y para tener libertad en lo que no es esencial, manteniendo siempre ese vínculo de unidad, de caridad, de amistad, que nos configura como Movimiento.
- Solo en la medida en que crezca la comprensión de nuestra verdadera identidad, solo en la medida en que mejor esté asumida y más integrada en la vida de nuestro Movimiento, en sus dirigentes, en sus Escuelas y Secretariados, el Movimiento dará fruto en la realidad de hoy. Es una absoluta necesidad: redescubrir, recuperar y revivir nuestra identidad4 y hacerlo juntos, unidos, como un único Movimiento eclesial.
- El servicio del OMCC a toda la comunidad cursillista del mundo se tiene que desarrollar en esta línea: promover una mejor comprensión y vivencia de la identidad del MCC y promover una mayor unidad en lo esencial del MCC. Ateniéndose a lo que el propio Estatuto indica y proyectándose a partir de lo que se señala en IFMCC 3.
- En el Estatuto del OMCC se recogen claramente los objetivos del OMCC (artículo 3), que necesariamente tienen que situarse en la base del proyecto de trabajo y del plan de actuación:
- Promover la unidad de comprensión de lo esencial del MCC a nivel mundial;
- Conservar al MCC en su fidelidad a la iglesia y a su Magisterio (cf. IFMCC 3, n. 345);
- Preservar la identidad y la unidad del MCC en su esencia, en fidelidad a su carisma, al libro de Ideas Fundamentales del MCC y a las conclusiones de Encuentros Mundiales. (cf. IFMCC 3, n. 345);
- Facilitar el mutuo intercambio de informaciones, iniciativas y continuadas reflexiones de los Grupos Internacionales;
- Animar a los Grupos Internacionales a que cumplan con las responsabilidades que tienen con los Secretariados Nacionales;
- Promover la unidad y cooperación entre los Grupos Internacionales;
- Asistir a los Grupos Internacionales para que alcancen sus objetivos;
- Promover la reflexión y el estudio sobre el papel y la misión del Movimiento de Cursillos a nivel mundial;
- Ayudar a introducir el MCC en aquellos países donde aún no se haya establecido.
- Por su parte, en IFMCC 3 también se marcan pautas básicas para mantener la propia identidad (IFMCC 3, n. 109), para madurar y hacer crecer el Movimiento (IFMCC 3, n. 72), para seguir respondiendo de forma original a los retos del momento presente (IFMCC 3, n. 75, 83) y para seguir creando unidad en la diversidad (IFMCC 3, n. 84).
- La ECLESIALIDAD del Movimiento, concretada de forma particular en el seguimiento de las orientaciones, indicaciones y pautas derivadas del actual MAGISTERIO de la IGLESIA, especialmente de las propuestas del Papa Francisco y de las sugerencias inmediatas del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.
- El MCC es un movimiento eclesial y este es un rasgo distintivo y fundamental para nuestra identidad y para nuestra unidad. Somos Iglesia, antes que movimiento, somos cristianos antes que cursillistas. El camino del MCC es, hoy y siempre, el camino de la Iglesia5.
- Son muy claras las palabras del Papa Francisco en este sentido: “Un signo claro de la autenticidad de un carisma es su eclesialidad, su capacidad para integrarse armónicamente en la vida del santo Pueblo fiel de Dios para el bien de todos6”.
- Caminar en la eclesialidad del MCC significa ser más conscientes y vivir más plenamente la presencia salvadora de Dios en todas nuestras actividades. Implica responder con más pasión a nuestra misión evangelizadora, a la urgencia del kerigma, a la llamada a salir a los demás. Y supone vivir más en comunión, sintiéndonos y sabiéndonos uno, convirtiendo todas nuestras estructuras y todas nuestras actividades en “casa y escuela de comunión” (IFMCC 3, n. 308). De nuevo en palabras del Papa Francisco: “En la comunión, aunque duela, es donde un carisma se vuelve auténtica y misteriosamente fecundo7”.
- Como otras realidades eclesiales, ahora somos llamados a vivir de forma nueva nuestro ser Iglesia: como Iglesia en salida, en conversión misionera, pastoral y estructural; como una Iglesia más de Dios y más al servicio de los hombres y mujeres de hoy; una Iglesia más evangelizadora y más en comunión. El sueño del Papa Francisco, de “una opción misionera capaz de transformarlo todo“, para la impostergable renovación eclesial8 es también un sueño y un reto para nuestro Movimiento.
- La eclesialidad también conlleva hoy plantear la SINODALIDAD en nuestro MCC, ya que “la sinodalidad expresa la naturaleza de la Iglesia, su forma, su estilo, su misión… es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio9”. Y por tanto supone plantear cómo tenemos que caminar juntos, juntos en el Movimiento y juntos en la Iglesia, desde la mutua escucha, desde el dialogo, desde la cercanía y la acogida… y desde la escucha al Espíritu Santo.
- Igualmente, una eclesialidad real y sincera supone acoger real y sinceramente las orientaciones e indicaciones que el Papa Francisco ha dirigido de forma específica al MCC: en la III Ultreya Europea de Roma (2015) o en la VII Ultreya Nacional de Italia (2022). Algunas indicaciones muy claras y muy concretas se derivan de estas intervenciones, que deben marcar una línea básica de reflexión y actuación para todo el Movimiento:
- “Habéis sido llamados a hacer fructificar el carisma que el Señor os ha confiado”.
- “¡Qué necesario es salir, ir más allá, sin cansarse jamás, para encontrar a los así llamados lejanos!”
- “Buscar modalidades que permitan ir adelante con vuestro carisma. Esto es muy importante. No dejar que los condicionamientos externos nos bloqueen”.
- “Lo haréis, si sois dóciles, con actitud de humildad y confianza, bajo la guía de esta santa madre, la Iglesia, que siempre busca el bien de todos sus hijos; si estáis en sintonía con vuestros pastores y unidos a ellos en la misión de llevar a todos la alegría del Evangelio”.
- “Este ir más allá te permite encontrar situaciones diversas, culturas diversas, y el carisma inicial debe ser traducido por esa cultura. Pero ¡no traicionado! Traducido. Debe ser el carisma, pero traducido”.
- “«Yo no quiero problemas, yo sigo el carisma inicial…». Así, llegarás a ser una hermosa exposición, un museo. Harás de vuestro movimiento un museo de cosas que hoy no sirven”
- “Cada carisma está llamado a crecer. ¿Por qué? Porque lleva dentro de sí el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo hace crecer. Cada carisma debe confrontarse con culturas diversas, con maneras diversas de pensar, con valores diversos. ¿Y qué hace? Se deja llevar adelante por el Espíritu Santo”
- “Me gustaría señalar dos direcciones fundamentales para vuestro “ir más allá”. La primera es ir hacia la comunión. Significa ir más allá de uno mismo y del propio grupo para formar una comunidad y crecer en la Iglesia”.
- “La unidad no se funda en el carisma de un solo individuo ni en la “línea” espiritual de una “corriente”. No, la unidad se funda en la herencia espiritual aceptada por todos, vivida y compartida por todos, comprendida por todos y confiada a todos”.
- “También vuestro movimiento se enfrenta al reto de formar comunidades de discípulos misioneros que salgan al encuentro de los alejados, superando el criterio de “siempre se ha hecho así”, que no es un criterio cristiano”.
- Una dimensión importante de la eclesialidad de nuestro Movimiento es su articulación, conexión y sintonía con el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Es el Dicasterio el que nos hace llegar de forma más cercana y directa la voz de la Iglesia, su orientación y discernimiento. Y por tanto, nos corresponde acoger sus indicaciones “con humildad y confianza”, como nos decía el Papa Francisco. Tanto en sus comunicaciones como en la reunión que el OMCC y los Grupos Internacionales mantuvieron en Roma en 2022 con sus máximos responsables, el Dicasterio ha mostrado claramente por dónde y cómo debe caminar el MCC10… y ese es el camino de la eclesialidad del MCC.
- La REALIDAD de HOY, el mundo y la sociedad de nuestro tiempo, a la que el Movimiento necesariamente tiene que responder, en el que tiene que realizar su urgente misión evangelizadora.
- En palabras del Papa Francisco, “no estamos viviendo simplemente una época de cambios, sino un cambio de época”. Un cambio de época que requiere repensar cómo vivir, como compartir y cómo transmitir adecuadamente la propuesta cristiana. Eso atañe a toda la Iglesia y eso atañe al MCC.
- La realidad de hoy es compleja, variable, incierta, ambigua. Es diferente. Plantea retos nuevos, porque existen muchas situaciones humanas, familiares, sociales y culturales nuevas, diferentes11. Y a esas situaciones y a esos retos el MCC tiene que responder, necesariamente, si quiere llevar a cabo su tarea evangelizadora.
- Para ello, corresponde realizar un ejercicio serio y sereno de reflexión, de estudio y discernimiento de la realidad actual en todas las estructuras del MCC. “Por eso, el carisma al que pertenecemos debe ser profundizado cada vez más, y debemos reflexionar siempre juntos para encarnarlo en las nuevas situaciones que vivimos. Para ello, se requiere de nosotros una gran docilidad, una gran humildad, para reconocer nuestros límites y aceptar el cambio de modos de hacer y de pensar anticuados, o de métodos de apostolado que ya no son eficaces, o de formas de organización de la vida interna que han resultado inadecuadas o incluso perjudiciales”12.
- Este mirar a la realidad, por otro lado, es algo muy propio y muy significativo en el carisma y la mentalidad del MCC: “El punto de partida del MCC fue el conocimiento profundo de la realidad – un mundo de espaldas a Dios, a Cristo y a su Iglesia” (IFMCC 3, n. 67); “el punto de partida de la mentalidad sigue siendo hoy el conocimiento de la realidad actual y la necesidad de responder ante ella” (IFMCC 3, n. 73).
- Por tanto, estudiar y discernir la realidad, para responder adecuadamente. Y esta respuesta del MCC, que es hoy más insoslayable que nunca, conlleva una exigencia de renovación13, de adecuación14, de actualización15. En fidelidad, ciertamente, pero también desde la búsqueda, la apertura y la creatividad.
- Se requiere, por tanto, un proceso de discernimiento para renovar y adecuar nuestras ESTRUCTURAS de SERVICIO, nuestras Escuelas y Secretariados. Para que sean realmente estructuras que sirvan, que cumplan su propósito: impulsar realmente la vida del MCC, hoy, en la realidad actual, en este momento.
- Estructuras que profundicen en la mentalidad propia y específica del MCC, de manera que sea en verdad la mentalidad de todos los dirigentes del MCC.
- Estructuras que sirvan a la finalidad del MCC, que estén por tanto dirigidas hacia fuera y eviten la tentación de cerrarse en sí mismas. Que impulsen a salir, a llegar a otros, a anunciar a muchos la buena noticia del amor de Dios.
- Estructuras que promuevan, cuiden y construyan la comunión. A todos los niveles del MCC, hacia dentro y hacia fuera. Que sean los primeros espacios en donde aprender y vivir la comunión, desde la acogida a todos, el respeto mutuo, la participación libre, la corresponsabilidad y la amistad.
- Estructuras que trabajen por la plena eclesialidad del MCC, en todos los ámbitos, desde la apropiada inserción diocesana a la implicación en el camino sinodal de la Iglesia Universal.
- Un reto especialmente importante hoy en para nuestras Estructuras es su capacidad para llegar, para acoger y para integrar a los jóvenes en nuestro Movimiento. Implica un proceso de reflexión, en ocasiones una profunda renovación y una opción decidida y prioritaria para que los jóvenes sean una realidad fundamental en el MCC, a todos los niveles.
- Con la misma perspectiva, responder al mundo de hoy requiere una revisión, una actualización, una adecuación del MÉTODO del MCC. Precisamente para que cumpla mejor su función, para que posibilite una actividad evangelizadora fructífera, adecuada, eficaz16 en el contexto actual, atendiendo a los hombres y mujeres de hoy, en sus circunstancias concretas y específicas.
- El primer requisito para ello es entender y asumir lo que realmente es esencial del método. Lo que permite que el método sea eficaz, hoy como ayer. Aquello que constituye su fuerza y su certeza.
- Sobre esos elementos y aspectos esenciales del método habrá que discernir en cuanto a la mejor forma de llevarlos a cabo, de aplicarlos de forma que mejor se adecuen a los condicionantes y situaciones de hoy.
- El Precursillo, revisándolo para que pueda ser un proceso real de acompañamiento de personas, sabiendo acogerlos en sus diversas circunstancias y condicionantes, por difíciles que parezcan17. Que se den, desde la amistad, el testimonio y la oración, los pasos necesarios para llegar a tantos hermanos y hermanas que están lejos, desorientados y dolidos. ¡Incluyendo a los jóvenes!
- El Cursillo, adecuándolo para que sea siempre momento de encuentro. Con uno mismo, con Dios y con los demás. Aceptando que el encuentro puede revestir distintos matices para distintas personas. Y que las personas pueden tener distintas formas de integrarse en la Iglesia18… El punto de partida, en el Cursillo, siempre tendrá que ser la experiencia del amor de Dios, el comienzo de un proceso de conversión y la posibilidad de una vida nueva…
- El Poscursillo, renovándolo para que siempre sea cauce de vida19, para que las personas puedan encontrar espacios comunitarios y eclesiales con vida, abiertos y dinámicos, que impulsen a seguir caminando y a seguir fermentando nuevos ambientes, siempre en movimiento, siempre tratando de llegar más allá.
OMCC PRIORITY ACTIONS
About the proposals for action, these will have to be established and specified in communication, coordination and joint reflection with the International Groups and the National Secretariats. It is the OMCC Statute itself that indicates this: “Both by its purpose and its composition, the OMCC will work in close contact with the International Groups, listening through them to the feelings of the MCC at world level, attending to their needs and pointing the way forward” (Art. 5, OMCC Statute). Based on this contact and listening, the global feeling of the MCC will have to be ascertained, and needs, priorities and possibilities for action will have to be identified.
Even so, some priority actions should be contemplated, partly because they are precisely at the service of this international collaboration and partly because they are directly aligned with the objectives and services that the Statute itself indicates for the OMCC. These include:
- Establish an adequate and effective COMMUNICATION NETWORK at the service of communion in the CCM worldwide.
- Using mainly virtual resources and new communication technologies.
- When and where possible, through face-to-face meetings at different levels.
- First and foremost, by promoting mutual knowledge of each other all over the world.
- Proposing channels of shared prayer for each other’s activities.
- Opening up possibilities for collaboration on concrete projects.
- Propose a PROJECT of REFLECTION and JOINT DISCERNMENT on the reality of the CQI and the challenges it has to face in the 21st century1 .
- Using the MCC COMMUNICATION NETWORK, propose a participative line of work open to all National Secretariats through International Groups.
- By first establishing a list of priority themes and issues of common interest, in line with shared global discernment.
- Offering working guidelines and reflection materials, channeling contributions and facilitating the elaboration of conclusions.
- Develop a specific line of action on YOUNG PEOPLE in the MCC, with the ultimate objective of their real incorporation into the life and activity of the Movement.
- Proposing a global reflection, in all the National Secretariats, on difficulties and possibilities in the incorporation and integration of young people in the different areas of the MCC.
- Gathering experiences and initiatives in this regard from the National Secretariats.
- Creating specific spaces in which young people already involved in the CCM can communicate, reflect and express their proposals and orientations.
- Promoting, in coordination with the International Groups, the possible organisation of sectoral meetings of young people (virtual or, if appropriate, face-to-face).
- Encourage, promote and support the EXPANSION of the MCC into new territories, with particular attention to the development of the MCC in Africa and Eastern European countries.
- Continuing projects already underway in certain territories (Africa, Europe) and exploring possibilities for expansion in other parts of the world.
- Articulating a space of shared resources, human and material, for the open collaboration and co-responsible participation of all.
- Enhance ECCLESIAL CONNECTIONS, primarily through the Dicastery for the Laity, Family and Life, taking advantage of available opportunities to connect, reflect together and share as much as possible with other evangelisation movements.
- Develop a SUSTAINABLE FINANCING PLAN for the OMCC, together with the International Groups, considering possibilities for obtaining and optimising resources.
- Through the establishment of dues, by International Groups and National Secretariats.
- By proposing specific and extraordinary fundraising campaigns at world level.
- Seeking resources, contributions and individual donations.
- Developing our own materials (“OMCC merchandising“) to be marketed through International Groups and National Secretariats.
OMCC BASIC LINES
The OMCC is a service body to the worldwide MCC. Its fundamental purpose, its principle, is to serve unity, to serve identity, to serve the mission and life of the Movement worldwide.
To specify and develop this service, it is necessary, first, to determine the primary lines that frame it, focus it and drive it forward. It is also required to underline the attitudes and the essential spirit with which we want to approach the task. This does not mean predetermining a closed and rigid programme of action or setting a directive guideline for the OMCC. The OMCC is a service structure, basically a subsidiary one, whose priority must be to promote the life of the Movement, throughout the world, in its different realities. The actions, activities and proposals of the OMCC will always be determined by the reality of the Movement1 and by the needs, concerns and requirements of its main actors, the National and Diocesan Secretariats. Therefore, the service of the OMCC must be based on knowledge and dialogue, reflection and discernment, closeness and availability, and listening and attention to the multiple and diverse voices of the Cursillo Movement worldwide.
Even so, it is certainly necessary to determine some primary lines and starting attitudes. Because there are different frameworks of interpretation and understanding of our Movement and, therefore, different ways of positioning oneself before the service that the MCC requires today. The individual trajectory of each leader, and the global trajectory of each Secretariat, is to a large extent shaped by this framework of interpretation of the MCC, by a particular understanding of the origin and nature of the Movement, of its development over time and of its position in the face of reality. It is, therefore, important to clearly establish the basic principles and conceptual framework on which the candidacy is presented, which should be a coherent reflection and a distinctive sign of the trajectory of its components.
- In this way, three primary lines or three fundamental principles for the service to be provided by the OMCC stand out: The IDENTITY and UNITY of the Movement, taking as a priority frame of reference the OMCC Statute itself, the decree of canonical recognition of the CCM and the book of FUNDAMENTAL IDEAS in its 3rd Edition (IFMCC 3).
- The Cursillo Movement is a broad and diverse reality, adapted to very different cultural environments, with different backgrounds, with different particularities and “traditions”, with different nuances and accents in its way of acting… and this diversity is a richness, also a reflection of the diversity of the Church and of the various human realities. This is what allows the Cursillo Movement’s activity to really respond to the concrete people with their own conditions.
- This diversity is brought together in the necessary unity around a common identity shared by all, an identity derived from the charism, mentality, purpose, strategy and method of the Cursillo Movement. Unity is based on what is really essential to the Movement.
- Unity in diversity is undoubtedly a challenge. That means, first of all, accepting diversity… We are not just a movement of blacks and whites; we are a movement of colours, of many different colours! But by the same token, it means accepting unity, the fact that we are only united. And unity has to be in the truth and in the essential and shared identity of the MCC, discerned and accepted by all.
- Identity has to be made explicit somehow, even if only partially and to a limited extent. So that it can be understood and shared2 . And the best expression of the identity of the MCC is to be found in the triad of essential documents: the decree of canonical recognition of the MCC, the Statute of the OMCC and the IF3Ed book.
- These documents combine the essential discernment that the Church hierarchy has made of our charism.3 and the Movement’s own self-understanding of the charism that the Movement, in a World Meeting, has agreed by a majority (World Meeting in Brisbane, Australia, 2013, where the text of Fundamental Ideas 3 Edition was approved). There is, therefore, no other interpretation of our Movement, nor is it necessary to look back. We already have our basic framework, from which the Movement must continue to move forward.
- Certainly, it is necessary to continue reflecting, discerning and clarifying the essentials of the Cursillo Movement. And it is a task to be carried out by all of us, helping each other to better understand our charism, to be faithful to what is really essential and to be free in what is not essential, always maintaining that bond of unity, charity and friendship that shapes us as a Movement.
- Only to the extent that the understanding of our true identity grows, only to the extent that it is better assumed and more integrated into the life of our Movement, in its leaders, in its Schools and Secretariats, will the Movement bear fruit in today’s reality. It is an absolute necessity: to rediscover, recover and revive our identity4 and to do it together, united, as a single ecclesial Movement.
- The service of the OMCC to the whole Cursillista community of the world has to be developed along these lines: to promote a better understanding and living of the identity of the Cursillo Movement and a greater unity in the essentials of the Cursillo Movement. Following what the Statute itself indicates and projecting itself from what is shown in IFMCC 3.
- The OMCC Statute clearly states the objectives of the OMCC (article 3), which must necessarily form the basis of the work project and action plan:
- Promote unity of understanding of the essentials of MCC at the global level;
- Preserve the CCM in its fidelity to the Church and its Magisterium (cf. IFMCC 3, n. 345);
- Preserve the identity and unity of the MCC in its essence, in fidelity to its charism, to the book of Fundamental Ideas of the MCC and to the conclusions of World Encounters (cf. IFMCC 3, n. 345);
- To facilitate the mutual exchange of information, initiatives and continued reflection of the International Groups;
- Encourage International Groups to fulfil their responsibilities to National Secretariats;
- Promote unity and cooperation between International Groups;
- Assist International Groups in achieving their objectives;
- Promote reflection and study on the role and mission of the Cursillo Movement worldwide;
- Help introduce MCC in countries where it has not yet been established.
- IFMCC 3 also sets out basic guidelines for maintaining one’s own identity (IFMCC 3, no. 109), maturing and growing the Movement (IFMCC 3, no. 72), continuing to respond originally to the challenges of the present time (IFMCC 3, no. 75, 83) and for continuing to create unity in diversity (IFMCC 3, no. 84).
- The ECLESIALITY of the Movement, concretised in a particular way by following the orientations, indications and guidelines derived from the current MAGISTERY of the CHURCH, especially the proposals of Pope Francis and the immediate suggestions of the Dicastery for the Laity, the Family and Life.
- The Cursillo Movement is an ecclesial movement, and this is a distinctive and fundamental feature of our identity and for our unity. We are Church before being a movement, Christians before being cursillistas. The way of the Cursillo Movement is, today and always, the way of the Church5 .
- The words of Pope Francis in this regard are unambiguous: “A clear sign of the authenticity of a charism is its ecclesiality, its ability to integrate itself harmoniously into the life of the holy and faithful People of God for the good of all6 “.
- To walk in the ecclesiality of the CCM means to be more aware and to live more fully in the saving presence of God in all our activities. It means responding more passionately to our evangelising mission, the kerygma’s urgency, and the call to go out to others. And it means living more in communion, feeling and knowing ourselves to be one, and making all our structures and activities “a house and school of communion” (IFMCC 3, n. 308). Again in the words of Pope Francis: “It is in communion, even if it hurts, that a charism becomes authentically and mysteriously fruitful7 “.
- Like other ecclesial realities, we are now called to live our Church in a new way: as a Church going out, in missionary, pastoral and structural conversion; as a Church more of God and more at the service of the men and women of today; a Church that is more evangelising and more in communion. Pope Francis’ dream of “a missionary option capable of transforming everything” for the ecclesial renewal that cannot be postponed8 is also a dream and a challenge for our Movement.
- Ecclesiality today also entails considering SYNODALITY in our MCC since “synodality expresses the nature of the Church, its form, its style, its mission… it is the path that God expects of the Church of the third millennium9 “. And therefore, it supposes to consider how we have to walk together, together in the Movement and together in the Church, from mutual listening, from dialogue, from closeness and welcome… and from listening to the Holy Spirit.
- Likewise, a genuine and sincere ecclesiality supposes an honest and sincere acceptance of the orientations and indications that Pope Francis has addressed explicitly to the CCM: in the III European Ultreya in Rome (2015) or in the VII National Ultreya in Italy (2022). Some evident and very concrete indications derive from these interventions, which should mark a primary line of reflection and action for the whole Movement:
- “You have been called to make the charism that the Lord has entrusted to you bear fruit“.
- “How necessary it is to go out, to go beyond, without ever tiring, to meet the so-called distant ones.
- “Look for ways to move forward with your charisma. This is very important. Don’t let external conditioning block us”.
- “You will do so, if you are docile, humble and trusting, under the guidance of this holy mother, the Church, who always seeks the good of all her children; if you are in harmony with your pastors and united with them in the mission of bringing the joy of the Gospel to all”.
- “This going beyond allows you to encounter diverse situations and cultures, and the initial charisma must be translated by that culture. But not betrayed! Translated. It must be the charisma, but translated”.
- “I don’t want problems; I follow the initial charisma…”. In this way, you will become a beautiful exhibition, a museum. You will make of your Movement a museum of things that are useless today”.
- “Every charism is called to grow. Why? Because it carries within it the Holy Spirit and the Holy Spirit makes it grow. Each charism must confront diverse cultures, diverse ways of thinking, diverse values. And what does it do? It allows itself to be led by the Holy Spirit”.
- “I would like to point out two fundamental directions for your “going beyond”. The first is going towards communion. It means going beyond oneself and one’s own group to form a community and to grow in the Church”.
- “Unity is not based on the charism of a single individual or on the spiritual “line” of a “current”. No, unity is founded on the spiritual heritage accepted by all, lived and shared by all, understood by all and entrusted to all”.
- “Your movement also faces the challenge of forming communities of missionary disciples who go out to meet those who are far away, overcoming the criterion of “it has always been done this way”, which is not a Christian criterion.
- An essential dimension of the ecclesiality of our Movement is its articulation, connection and harmony with the Dicastery for the Laity, Family and Life. The Dicastery brings the voice of the Church, its orientation and discernment, closer and more directly to us. And therefore, it is up to us to accept its indications “with humility and trust“, as Pope Francis told us. Both in its communications and in the meeting that the OMCC and the International Groups held in Rome in 2022 with its top leaders, the Dicastery has clearly shown where and how the Cursillo Movement should walk10 … and that is the path of the ecclesiality of the Cursillo Movement.
- Likewise, a genuine and sincere ecclesiality supposes an honest and sincere acceptance of the orientations and indications that Pope Francis has addressed explicitly to the CCM: in the III European Ultreya in Rome (2015) or in the VII National Ultreya in Italy (2022). Some evident and very concrete indications derive from these interventions, which should mark a primary line of reflection and action for the whole Movement:
- The REALITY of TODAY, the world and society of our time, to which the Movement must necessarily respond, in which it must carry out its urgent evangelising mission.
- In the words of Pope Francis, “We are not simply living in an era of change, but a change of era“. A change of epoch that requires rethinking how to live, how to share and how to adequately transmit the Christian proposal. This concerns the whole Church, and this affects the MCC.
- Today’s reality is complex, variable, uncertain, and ambiguous. It is different. It poses new challenges because there are many new human, family, social and cultural situations, different11 . And it is to these situations and challenges that the Cursillo Movement must necessarily respond if it wants to carry out its evangelising task.
- To this end, a serious and serene exercise of reflection, study and discernment of the current reality must be carried out in all the structures of the Cursillo Movement. “For this reason, the charism to which we belong must be deepened more and more, and we must always reflect together to incarnate it in the new situations we live in. This requires of us a great docility, a great humility, to recognise our limits and to accept to change outdated ways of doing and thinking, or methods of apostolate that are no longer effective, or forms of organisation of internal life that have proved inadequate or even harmful.”12 .
- This looking at reality, on the other hand, is something very proper and very significant in the charism and mentality of the MCC: “The starting point of the MCC was the profound knowledge of reality – a world with its back to God, to Christ and to his Church” (IFMCC 3, n. 67); “the starting point of the mentality today is still the knowledge of the present reality and the need to respond to it” (IFMCC 3, n. 73).
- Therefore, to study and discern reality to respond appropriately. And this response of the Cursillo Movement, which today is more unavoidable than ever, entails a demand for renewal13 , for adaptation14 , for updating15 . With fidelity, indeed, but also through research, openness and creativity.
- Therefore, a discernment process is required to renew and adapt our SERVICE STRUCTURES, our Schools and our Secretariats. So they are really structures that serve, that fulfil their purpose: to really promote the life of the Cursillo Movement, today, in the current reality, at this time.
- Structures that deepen the specific mindset of the MCC, so that it is indeed the mindset of all MCC leaders.
- Structures that serve the purpose of the Cursillo Movement that are therefore directed outwards and avoid the temptation to close in on themselves. They should encourage people to go out, reach out to others, and proclaim the good news of God’s love to many.
- Structures that promote, nurture and build communion. At all levels of the MCC, inwardly and outwardly. They should be the first spaces to learn and live communion, based on welcoming everyone, mutual respect, free participation, co-responsibility and friendship.
- Structures that work for the full ecclesiality of the MCC, in all areas, from appropriate diocesan insertion to involvement in the synodal journey of the Universal Church.
- A particularly important challenge for our structures today is their capacity to reach out to, welcome and integrate young people into our Movement. It implies a process of reflection, sometimes a profound renewal and a decisive and priority choice to make young people a fundamental reality in the MCC, at all levels.
- In the same perspective, responding to today’s world requires a revision, an updating, and an adaptation of the Cursillo Movement’s METHOD. Precisely so that it may better fulfil its function, so that it may make possible a fruitful, adequate, effective evangelising activity16 in the present context, attending to the men and women of today in their concrete and specific circumstances.
- The first prerequisite for this is to understand and take on board what is really essential to the method. That which allows the method to be effective today as in the past. That which constitutes its strength and its certainty.
- On these essential elements and aspects of the method it will be necessary to discern how best to implement them, and how to apply them in a way that best suits today’s conditions and situations.
- The Precursillo, revising it so that it can be an actual process of accompanying people, knowing how to welcome them in their diverse circumstances and conditions, however difficult they may seem17 . May the necessary steps be taken, through friendship, witness and prayer, to reach out to many brothers and sisters who are far away, disoriented and hurting. Including young people!
- The Cursillo, adapting it so that it is always a moment of encounter. With oneself, with God and with others. Accepting that the encounter can have different nuances for different people. And that people can have different ways of integrating into the Church18 … The starting point, in the Cursillo, will always have to be the experience of the love of God, the begining of the conversion process and the possibility of a new life…
- The Postcursillo, renewing it so that it can always be a channel of life19 , so that people can find community and ecclesial spaces with life, open and dynamic, that encourage them to continue walking and to continue fermenting new environments, always in Movement, always trying to go further.